Hacia la música del fin de siglo

El cambio de década en el plano cultural nunca coincide con la fecha del calendario, pero es evidente que  una década es tiempo suficiente para que una nueva generación abra la espita del gas y el mundo conocido explote reduciendo a cenizas lo establecido, convirtiendo lo temporal en atemporal. En lo musical el cambio de década suele estar simbolizado en varios discos, porque la música no es unidireccional. Para mi uno de ellos es el  disco de Amnesia y  marca el inicio de la  finisecular década de los 90. Hemos transitado por los 80 a un ritmo vertiginoso. El bloque soviético estaba a punto de desmoronarse sumido en un marasmo largamente arrastrado desde el final de la segunda guerra mundial y que empezaba a ser evidente ya cuando la resaca de los primeros años de la carrera espacial,gloriosos, habían ido dejando paso a una serie de fiascos demasiado notables, pero convenientemente silenciados. El pesado monstruo de la burocracia y la ausencia de libertad fue corroyendo la sociedad cual acorazado Potemkin en un muelle abandonado y  una sociedad incrédula que asistía impasible a lo que estaba sucediendo, se demostró impotente para rebelarse en contra de lo que sus mayores predicaran como  el triunfo del espíritu humano, y que  muy al contrario, se tornó en el  triunfo de la desidia humana, incapaz de seguir el ritmo  marcado por occidente. Pues bien, el disco esta editado en el año 1988 y preludia lo que sucedería en una parte de la música durante la década siguiente y que seguramente aun  perdura en nuestros días.